martes, 22 de febrero de 2011

Sorpresas en las ventanas

Aplacé una vez más contar la historia de Luminita Estela después de redactarla varias veces sin escribir. La aspiradora no da tregua un sábado. La pereza tampoco.
Una noche de febrero entonces, una noche cualquiera tirada en El Sofá, reapareció la voz de Bettie, se abrió una ventana y otra vez lo aleatorio entró desordenándolo todo en mi cabeza. Por eso los sábados toca limpieza y a Luminita Stela le toca esperar.

viernes, 4 de febrero de 2011

arte

"(...)Sin embargo, yo confío en las cosas tal cual son. Un proceso tan normal como tomar un café puede albergar la dramática lucha de los argonautas, sólo hay que reconocerla. Realmente, lo único que nos mantiene vivos es la "capa que hay detrás" de las cosas. Nadie vive sólo de tomar café o de comer. Es más, se puede llegar a tener una vida más plena sin tomar alimentos y reflexionando sobre la escasez, que tomando demasiados alimentos y sin pensar. Una taza en sí misma no es una taza. Una taza tan sólo cobra sentido cuando se hace añicos, mientras uno está pensando, como en este caso, en el hermano de Medea. Mi objetivo no es crear una obra de arte que parezca interesante o incluso estética. No quiero cosas superficialmente bonitas. Pretendo que mis obras surjan de un modo insignificante, pues creo que lo insignificante tiene más valor para el observador. Si se le ofrece lo interesante con las explicaciones pertinentes, para que lo entienda rápidamente, lo asume pronto. Sin embargo, primero hay que traspasar la frontera de lo banal. Lo banal es el mejor punto de partida para hacer descubrimientos propios."

Anselm Kiefer sobre Jasón y los Argonautas

miércoles, 2 de febrero de 2011

Onirismo 3: arena + cemento + agua y mezclar

Yo te decía: aquí es donde toca hacerlo, de ahí sale la nueva habitación, ¿si ves? el espacio perfecto, mira qué vistas, mira qué sol, aunque lo malo es que ya no le va a entrar tanto a la habitación que era de mis papás cuando era pequeña, ¿a que es linda la casa? ¿a que es linda la vista?
Tú sonreías sin más, como te recuerdo, y entonces te dejaba un momento y le preguntaba a mi papá (siempre aparece en los pocos sueños que protagonizas): papá, no pasa nada, ¿no? otra habitación en este lado de la casa, mirando a la ciudad, ¿a que no?
Y después de darme el ok moviendo la cabeza, yo te preguntaba: ¿sabes hacer mezcla?

Medialuna está un poquito más abajo, pero así se ve.