miércoles, 13 de abril de 2011

Denubil podría sacarme del letargo

O algo un poco más obsceno. Era asi. Básico. Coger el teléfono varias veces a la semana y escuchar que preguntaban por Luminita Stela. No soy yo. O sí. O ya quisiera. Yo soy quien mira por la ventana y ve el proceso del tiempo en las hojas del árbol de la Plaza. Contesto el teléfono, digo hola, digo sí, digo adios y no escribo, ya no sé, ya se ha oxidado, la maquinaria se ha oxidado, roja, naranja, chirriante, como el puente de la A1, o la ventana-que-no-deja-ver de la cafetería de Caixa Forum. Herzog traidor. Eso no se le hace a la luz y al paisaje de Madrid. "Es acero llevado al máximo nivel de oxidación", escucho que dices mientras conduzco, "no se deteriorará más, no se caerá una placa de óxido sobre ningún coche". De mi cabeza sí se caen cosas. Fallidas, Errores.
Comes, cenas y meriendas colacao con revuelto de setas y algún que otro huevo al límite de la putrefacción. Límite. El agua me lleva al límite. La mano  me lleva al límite. Y él, y él  y él. O algo un poco más obsceno Tal vez eso me sacaría del letargo.

3 comentarios:

Beauséant dijo...

siempre nos empeñamos en que nos saquen del letargo, y cuando nos arrastran a esa realidad del otro lado salimos despavoridos..

mejor quedarse quito, como peces particularmente estúpidos ;)

Viuda de Hombrepez dijo...

;)

dijo...
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