Cambié el Transiberiano por la Estación Espacial Internacional mientras sobrevolaba el Índico. Arranqué el viaje desde un punto desconocido al sureste de Madagascar y volé en contra del sol. Desde este sofá todo es posible. Vi a Soichi, le dije, hazme unas fotos, las quiero para el recuerdo; y después siguió en lo suyo, los japoneses son así, me dije, pero también vi un poco absurdo hacerle guardar un recuerdo de un lugar impreciso del mar y de noche.
Espero ver amanecer en Java.
1 comentario:
yo ando a la inversa, tratando de bajar de las nubes para coger el transiberiano.
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