jueves, 13 de septiembre de 2012

Lo conveniente

Todo se diluye, se concentra y vuelve a diluirse. El eterno retorno, el eterno fluir. El yin y al yang, el iching, las nubes, las montañas, el agua, el ciclo de la lluvia, el día y la noche. Escuchas kings of convenience y se revuelven las tripas en una confusión de hambre, amor y dolor que no rima. En ese cúmulo intenso de recuerdos de todo tipo, una sería capaz de concederle a cada uno el beneficio del tacto y acariciarlos toda la noche, sin embargo se hace el silencio y todo se diluye en el salón de todos los días. Parece escurrirse entre rendijas y los extractores de cocina, se va por debajo de la puerta, a explorar el nuevo escenario.
Todo se diluye y a una no le queda más remedio que resignarse como cada noche, quitarse las gafas e irse a dormir. Con el rímel corrido.



Feist, estate quieta, por favor

1 comentario:

Beauséant dijo...

no es mala idea dormir con gafas.. así los sueños salen en alta definición, ¿no?