domingo, 8 de enero de 2012

Onirismo 6. Conciencia

No fue hasta la tercera vez que soñé con ese lugar que fui consciente de que era un sueño recurrente. Esta noche pensé mientras miraba la verja que tenía delante que ya había estado allí. Recordé en pleno sueño que en otro más lejado, en dos o tres oportunidades, yo tenía que descubrir cómo abrir esa verja que ahora estaba abierta. Y supe también, mientras la atravesaba, que más adelante tendría que pasar con paso rápido por una especie de cuerda floja, y que no debía mirar hacia abajo, y que, qué curioso, ya no tendría tanto miedo, sería valiente, sabía lo que había. Recordé mientras lo recorría, que se trataba de un laberinto que jugaba con las perspectivas, las texturas y las alturas, y que seguía pareciendo un gran jardín, una especie de parque descuidado, con construcciones de piedra y hojas en el suelo. Onírico deja vu que dueña de mi mente intenté vivir completo y no pude. Sabía, cuando me encontré en otro escenario, en la casa de mi infancia, que no había pasado por todos los lugares inquietantes de aquel laberinto, y me sentí aliviada...

1 comentario:

Beauséant dijo...

nunca he sabido si los sueños recurrentes siguen teniendo algún significado oculto o es cosa del montador, que se ha cansado y repone partes viejas...

en mi caso no importa mucho, nunca recuerdo los sueños ;)