sábado, 31 de diciembre de 2011

Fidelidad

Recuerdo cuando me acerqué a aquella esquina y por fin te vi  después de tantas dudas y entonces me hablaste de bufandas: a mí me vino a la memoria una canción de Kings of Convenience que algún día te pondré. Después llegaron los vinos y tu sonrisa, tu risa, los encuentros jugando a ver y no tocar, los cruces de miradas y la promesa de ser siempre fieles a esto que no quiero pensar que nos deslumbra. A esto que somos cada uno por su cuenta, por su ruta paralela a la del otro y que cuando el de al lado mira, como si de un copiloto se tratara, concluye que le gusta tanto...



Ahí estaba ella mirándonos comer ensalada sin cebolla


1 comentario:

Beauséant dijo...

la fidelidad sólo funciona ( y a veces ni eso) cuando nadie la pone encima de la mesa ...